La desigualdad es un riesgo de salud, y está empeorando

La desigualdad en la distribución de la riqueza y los recursos es un problema grave que afecta la salud de las personas en todo el mundo. Los estudios han demostrado que las personas que viven en entornos más desiguales tienen peores resultados de salud en general, incluidas tasas más altas de enfermedades crónicas, mala salud mental y una esperanza de vida más corta.

Además, la desigualdad en el acceso a la atención médica y otros servicios de salud también contribuye a empeorar la salud de las personas. Aquellos que no pueden permitirse recibir atención médica de calidad o acceder a medicamentos esenciales corren un mayor riesgo de enfermedad y muerte prematura.

Es importante abordar la desigualdad social y económica como un problema de salud pública. Las políticas que reducen la brecha entre ricos y pobres pueden tener un impacto positivo en la salud de la población en general.

En resumen, la desigualdad es un riesgo de salud que está empeorando, y es responsabilidad de todos trabajar juntos para crear sociedades más justas y equitativas.